viernes, 11 de septiembre de 2009



Al pie desde su niño


Pablo Neruda


El pie del niño aún no sabe que es pie,

y quiere ser mariposa o manzana.

Pero luego los vidrios y las piedras,las calles, las escaleras,

y los caminos de la tierra duravan enseñando al pie que no puede volar,

que no puede ser fruto redondo en una rama.

El pie del niño entoncesfue derrotado,

cayóen la batalla,fue prisionero,condenado a vivir en un zapato.

Poco a poco sin luzfue conociendo el mundo a su manera,

sin conocer el otro pie, encerrado,explorando la vida como un ciego.

Aquellas suaves uñasde cuarzo, de racimo,se endurecieron,

se mudaronen opaca substancia, en cuerno duro,

y los pequeños pétalos del niñose aplastaron, se desequilibraron,

tomaron formas de reptil sin ojos,cabezas triangulares de gusano.

Y luego encallecieron,se cubrieroncon mínimos volcanes de la muerte,

inaceptables endurecimientos.

Pero este ciego anduvosin tregua, sin pararhora tras hora,

el pie y el otro pie,ahora de hombreo de mujer,arriba,abajo,

por los campos, las minas,los almacenes y los ministerios,

atrás,afuera, adentro,adelante,este pie trabajó con su zapato,

apenas tuvo tiempode estar desnudo en el amor o el sueño,caminó,

caminaronhasta que el hombre entero se detuvo.

Y entonces a la tierrabajó y no supo nada,porque allí todo y todo estaba oscuro,

no supo que había dejado de ser pie,

si lo enterraban para que volarao para que pudieraser manzana.

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